Predica: La dignidad del centurión, Pastor Eric Millarc, Iglesia Llamada Final Atlanta

Lucas 7.1-7 Cuando Jesús terminó todas sus palabras al pueblo que le oía, se fue a Capernaúm.2Y el siervo de cierto centurión, a quien éste apreciaba mucho, estaba enfermo y a punto de morir. 3Al oír hablar de Jesús, el centurión envió a El unos ancianos de los judíos, pidiéndole que viniera y salvara a su siervo. 4Cuando ellos llegaron a Jesús, le rogaron con insistencia, diciendo: El centurión es digno de que le concedas esto; 5porque él ama a nuestro pueblo y fue él quien nos edificó la sinagoga. 6Jesús iba con ellos, pero cuando ya no estaba lejos de la casa, el centurión envió a unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes más, porque no soy digno de que entres bajo mi techo; 7por eso ni siquiera me consideré digno de ir a ti, tan sólo di la palabra y mi siervo será sanado.

Juan 15:14 Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
Hechos 9:36 Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita (que traducido al griego es Dorcas); esta mujer era rica en obras buenas y de caridad que hacía continuamente. Verso 39 Entonces Pedro se levantó y fue con ellos. Cuando llegó lo llevaron al aposento alto, y todas las viudas lo rodearon llorando, mostrando todas las túnicas y ropas que Dorcas solía hacer cuando estaba con ellas.

Mateo 10:11-14 11Y en cualquier ciudad o aldea donde entréis, averiguad quién es digno en ella, y quedaos allí hasta que os marchéis. Al entrar en la casa, dadle vuestro saludo de paz .13Y si la casa es digna, que vuestro saludo de paz venga sobre ella; pero si no es digna, que vuestro saludo de paz se vuelva a vosotros.14Y cualquiera que no os reciba ni oiga vuestras palabras, al salir de esa casa o de esa ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies.

Lucas 7:36-40 Uno de los fariseos le pedía que comiera con él; y entrando en la casa del fariseo, se sentó a la mesa. 37Y he aquí, había en la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que Jesús estaba sentado a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; 38y poniéndose detrás de El a sus pies, llorando, comenzó a regar sus pies con lágrimas y los secaba con los cabellos de su cabeza, besaba sus pies y los ungía con el perfume.39Pero al ver esto el fariseo que le había invitado, dijo para sí: Si éste fuera un profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que le está tocando, que es una pecadora.

Lucas 7:46 46No ungiste mi cabeza con aceite, pero ella ungió mis pies con perfume.

Salmos 45:7 Has amado la justicia y aborrecido la iniquidad; por tanto Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros.

Mateo 10: 37 El que ama al padre o a la madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama al hijo o a la hija más que a mí, no es digno de mí.
Mateo 10:38 Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.

“Las citas bíblicas son tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS © Copyright 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation Usadas con permiso.”

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