Isaías 53:1-3 ¿Quién ha creído a nuestro mensaje? ¿A quién se ha revelado el brazo del SEÑOR?2 Creció delante de El como renuevo tierno, como raíz de tierra seca; no tiene aspecto hermoso ni majestad para que le miremos, ni apariencia para que le deseemos.3 Fue despreciado y desechado de los hombres, varón de dolores y experimentado en aflicción; y como uno de quien los hombres esconden el rostro, fue despreciado, y no le estimamos.
Marcos 11:13-14 Y viendo de lejos una higuera con hojas, fue a ver si quizá pudiera hallar algo en ella; cuando llegó a ella, no encontró más que hojas, porque no era tiempo de higos.14 Y Jesús, hablando a la higuera, le dijo: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y sus discípulos le estaban escuchando.
Mateo 23:9 Y no llaméis a nadie padre vuestro en la tierra, porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos.
Isaías 65:22-23 No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque como los días de un árbol, así serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán de la obra de sus manos. 23 No trabajarán en vano, ni darán a luz para desgracia, porque son la simiente de los benditos del SEÑOR, ellos, y sus vástagos con ellos.
La Biblia de las Américas (LBLA)
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